Digo
que será el menos leído porque se basa en una experiencia personal en el mundo
de las redes sociales, mas concretamente en twitter. A partir de aquí la mitad
de los que empezaron a leer el post ya se habrán retirado y lo entiendo
perfectamente, llevo una vida sencilla y nada interesante.
Este
post puede parecer una especie de mini-diario ya que se basa en una experiencia
vivida por mí, pero como se suele decir "una para ver y otra para
aprender". Para no andarme con rodeos les cuento la anécdota diciéndoles
antes que no voy a nombrar a las personas implicadas para no crear mas
enemistades (que ya me he buscado unas pocas):
Mi
experiencia dentro del mundo de las redes sociales no iba más allá de tener un
perfil en facebook y, en conversaciones con un buen amigo, me recomendó que me
iniciara en el twitter. Llevo más de un año usando esta red social y debo decir
que la experiencia ha sido muy positiva: he conocido a gente interesante e
increíble y, lo más importante para mi, me ha devuelto la ilusión por mi
profesión, la arquitectura.
Pero
al igual que he tenido experiencias muy positivas también las he tenido
negativas. Me considero un arquitecto tuitero y, a veces, titiritero ...
llamémoslo "arquituitiritero". Nadie es perfecto y cometemos errores,
yo el primero y el que más. El último sin ir más lejos fue ayer.
Cuando
escribo un nuevo post lo suelo publicitar en todos los medios que tengo a mi
alcance y uno de ellos es tuitter. El modo de publicitarlo es sencillo:
mencionas a gente que te sigue o no, a los que les puede interesar el post y en
donde colocas el enlace al mismo. Es sencillo pero al parecer es una forma de
spam que puede molestar a algunas personas. Yo por supuesto no tenía ni idea de
que esto pudiese molestar a alguien, pero es tan fácil como comentármelo y no
hacerlo mas. Esta gente optó por el camino más corto y directamente me
bloquearon sin más explicación.
Todo
quedó en eso, hasta el día de ayer, cuando otro buen amigo mío recomendó en su
perfil leer un artículo de uno de los que me bloquearon y no se me ocurrió otra
cosa que decir la siguiente frase "ni pienso" ... y claro, se
armó la mundial.
Con
esa sencilla frase se inició una discusión virtual en la que me llovieron
críticas por todos lados. Quien me conoce sabe que soy de sangre caliente y
salto a la mínima, pero incomprensiblemente no fue así. No se si porque me
parecía una estupidez el revuelo que se había montado o porque a lo mejor
realmente había metido la pata y no debería de haber comentado nada.
Sinceramente y de corazón pienso que no era para tanto pero también es verdad
que debería de haberme quedado callado.
Una
de las personas involucradas en la discusión decía "que poco entiende
la gente de identidad y reputación digital" y tiene toda la razón. Yo
soy el primero que no tiene ni pajolera idea y, aunque tengo separados los
perfiles personales de los profesionales, muchas veces y, en algunos casos de
manera inconsciente, los suelo mezclar sin darme cuenta de las consecuencias
que puede tener.
Para
no aburrirles decirles que el tema quedó zanjado, al menos por mi parte, y que
pedí las disculpas pertinentes a los que se hubieran sentido atacados, ya que
no era mi intención molestar ni, como ellos dicen, "trolear" a nadie.
Me gustaría disculparme con la persona a la que le dirigí ese comentario pero
claro, me tiene bloqueado y tiene todo el derecho del mundo a hacerlo.
Afortunadamente se trata de una red social libre donde uno pone los comentarios
que le da la gana y el otro puede responderlos si también le da la gana.
Con
este post solo quería exponer mi experiencia por si le puede servir a alguien
para que no cometa el mismo error. Muchas veces no estamos de acuerdo en algo y
antes de hacerlo público en una red social debiéramos de hacerlo privado en
nuestra casa o lugar de trabajo. A día de hoy el poder que tienen las redes
sociales es enorme y va en aumento sin que, al menos por mi parte, divisemos el
límite.
Les
dejo un enlace muy interesante sobre el poder que ejercen las redes sociales en
la sociedad, valga la redundancia. Se trata de una entrevista de Eduard Punset
a james Fowler, experto en redes sociales de la universidad de California.
La
verdad es que debería de haberme leído esta entrevista antes de publicar
ciertas cosas, no solo lo de ayer, sino otras muchas que me vienen a la cabeza.
Termino reiterando mis disculpas a quienes se vieran afectados por mis
comentarios en las redes sociales, quien me conoce sabe no lo hago para ofender
pero también les digo otra cosa, no ofende quien quiere sino quien puede.
Espero
que hayan disfrutado leyendo este post tanto como yo escribiéndolo. Un saludo.
@ruymangsicilia