lunes, 27 de junio de 2016

Hazme un presupuesto

Cuantos proyectos se han quedado en el tintero por pasar un presupuesto incorrecto, mal redactado o excesivamente enredado, ¿verdad?. Es fácil que, por intentar explicarlo todo en un documento, nos hagamos un lío y consigamos lo contrario de lo que pretendemos, esto es, hacernos con el encargo.

Que nos rechacen un presupuesto porque tienen dos o tres más baratos es normal, es ley de vida, forma parte del juego, contra eso no se puede competir. Lo que no se puede permitir es que nos rechacen un presupuesto por una mala redacción, una demora en la entrega o un desinterés posterior por nuestra parte.

Si existiera un limbo donde van a parar los presupuestos rechazados, estaríamos todos de acuerdo en que se encuentra saturado, llegando a la rayita donde pone "MAX". Lo digo con conocimiento de causa porque al menos el 20% de esos presupuestos tienen que ser mios, sobre todo de los primeros años, una época de descubrimiento, novedad y virginidad laboral.



Hacer un presupuesto forma parte del trabajo y podemos permitirnos el lujo de perder 15 ó 20 minutos en hacerlo bien. Un proyecto tiene que tener un principio y un final y, en este caso, el presupuesto es el principio.

Lo primero que debes hacer es estar preparado para esa llamada que te llena de ilusión, de esperanza, de ánimo, ... y que te puede pillar en cualquier sitio: en el trabajo, en el coche, en medio de la siesta, en el Mercadona,... no sé si mencioné que este post está dirigido a los autónomos, es por eso que tienes que estar con el móvil a punto y preparado para contestar con convicción y certeza, aunque te pille en domingo.

Pero dejemos los preliminares y vayamos al fondo de la cuestión. Un ejemplo de como se inicia el encargo de un presupuesto, dependiendo siempre del tipo de trabajo y salvando las distancias, suele ser con una conversación telefónica:

- "¿Si? ¿Me oye? Soy Manolo... que me dio su número Conchi, la prima de Alfredo ... Mire! ¿Cuanto me saldría hacer una casa de madera?



... Respirar, aspirar, respirar, aspirar ... así durante un rato, porque no esperes unos "Buenos días".

Tranquilidad ante todo, no nos pongamos nerviosos. Hay que entender a Manolo que tiene el terrenito ese y quiere hacerle la casa de madera a su hijo a ver si así se lo quita por fin de encima. El cliente, y con razón, no tiene ni idea de lo que pide, por eso no podemos perder la calma y ayudarle o facilitarte las cosas para que poco a poco entienda que elaborar un presupuesto no es tan sencillo como pulsar F8.

Lo que pretende hacer, donde lo quiere hacer y la superficie que tiene en mente, son tres preguntas fundamentales para poder calcular con criterio nuestros honorarios y darle un respuesta rápida a ese futuro cliente.

En el caso de los arquitectos, los honorarios estaban fijados por el Consejo Superior de Arquitectos de España, pero desde un tiempo a esta parte son libres, es decir, que para un mismo proyecto un arquitecto puede ofertar 10.000 € y otro "Compañero" puede ofertar 1.000 €. La ley de la oferta y la demanda lo llaman algunos, yo prefiero llamarlo competencia desleal. Pero no quiero seguir por este camino porque daría lugar a un nuevo post, pero si aprovecho la ocasión para pedir unos honorarios mínimos de una vez por todas.

Con esta base ya empieza a ser complicado el redactar un presupuesto sabiendo que el de al lado ofrece el mismo trabajo tres veces mas barato, pero como nos dicen muchas veces: "Es lo que hay ..." Como punto de partida y para poder tener una referencia, los diferentes Colegios de Arquitectos poseen baremos orientativos que nos pueden servir para calcular cuanto puede salir el proyecto y los honorarios de los técnicos.



A partir de estos números orientativos, tendremos que hacer nuestros números, mas reales, porque obviamente obtendremos ganancias, pero por el camino habrán algunas pérdidas (gastos de material, desplazamientos, seguros de responsabilidad, ...). Lo mas importante es el sentido común y no cometer barbaridades, no solo de cara al cliente, sino de cara a nosotros mismos. Cuidado con las rebajas, que están bien, pero que no se conviertan en un saldo.

Hazlo claro, sencillo, que no te ocupe más de un folio, con los trabajos que se pretenden hacer y con el importe definitivo, y no olvidarse de las observaciones que sean necesarias si las hubiera. Algo muy importante y que se pasa de largo es dejar bien claro y visible tu marca personal.

Deja que pase un tiempo prudencial para mandárselo al cliente, entre 24 y 48 horas, que no parezca que estas desesperado por hacerte con el trabajo. Si tienes la oportunidad de darle el presupuesto en mano mejor, pero si lo tienes que enviar por correo electrónico te aconsejo que, una vez lo envíes, se lo expliques por teléfono. Siempre es más fácil de entender y si incluso se tienen dudas, se pueden resolver sobre la marcha.

Si al final te sonríe la suerte y te aceptan el presupuesto enhorabuena, es entonces cuando tu trabajo debe de estar a la altura de lo que se te exige y demostrar lo profesional que eres.

En cambio, si no tienes suerte no te preocupes, ya vendrán mas. Lo que está claro es que no debes torturarte por si tendrías que haber bajado más la cantidad ofertada. Por favor, no lo hagas, no regales tu trabajo, es un flaco favor que le haces a la profesión. Ten un mínimo de dignidad.




Para entender mejor la relación entre el arquitecto y el cliente, quizás este otro post te sirva de ayuda:

http://arquitecturadepuntillas.blogspot.com.es/2015/02/clientes-vs-arquitectos.html

Espero que hayan disfrutado leyendo este post tanto como yo escribiéndolo. Un saludo.

@ruymangsicilia